Raquel Galán Palma El presidente de la Asociación de Autónomos del Taxi, Gabriel Moragues (Palma, 1963), lleva casi dos décadas en el cargo y la única vez que otra candidatura se presentó para optar al relevo en la presidencia, el portavoz de los taxistas consiguió el 85% de los apoyos en unas votaciones en las que participaron el 80% de los socios. Existen cinco patronales del taxi en Palma, aunque la que preside Moragues tiene la mayor representación, con dos tercios de los taxistas. El sector es muy proclive a las protestas, pero este año se han intensificado, ya que ha habido amenazas de huelga por el nuevo sistema de turnos de trabajo –finalmente ganó la propuesta de su asociación– y el día 22 los taxistas bloquearon el aeropuerto indignados por la oferta ilegal.
–¿Sirvió de algo la movilización en Son Sant Joan?
–Parece que los inspectores de Transportes están un poco más concienciados, pero la solución definitiva no está a la vista.
–CCOO calcula que un 30% de los traslados de turistas desde el aeropuerto es irregular.
–Creo que se quedan cortos, ya que no solo están los ilegales, sino también quienes están al borde de la ley y perjudican, pero la Administración no se molesta en controlarlos.
–¿Quiénes son?
–Muchos vehículos de VTC, es decir, con conductor. No pueden salir de sus garajes si no han sido contratados previamente. Sin embargo, se plantan todas las mañanas en el aeropuerto a la espera de que su empresa o una colaboradora les dé servicios. En el salpicadero tienen el nombre de un cliente para justificar que están esperando a alguien en concreto, aunque los inspectores no comprueban si es la persona que luego recogen. Además, es totalmente ilegal que traten de captar clientes ellos mismos. Pueden ocupar un espacio, pero no comercializar el servicio.
–Además de los taxis ´pirata´ y los VTC que no cumplen, ¿los taxis tienen más competencia desleal en el aeropuerto?
–Hay una decena de microbuses de más de nueve plazas que se dedican a ofrecer un trayecto a grupos de turistas cobrándoles por plaza, cuando el transporte discrecional se debe contratar por capacidad total. Esto es una ilegalidad y, como cobran más barato que un taxi, fastidian a tres o cuatro de nosotros con un solo minibús. La Administración tendría que sancionarlo.
–¿Por qué no lo hace?
–Mira para otro lado y además tiene escasez de inspectores. No obstante, no se entiende por qué no los aumenta, ya que con un sistema de inspección mayor se autofinanciaría sin problemas. Las grandes empresas tienen mucho poder en todo esto.
–Otro problema reciente del sector en Palma fue el sistema de turnos. Finalmente se optó por el referéndum y ganó su propuesta, la más restrictiva, con el 75% de votos. ¿Se están viendo resultados?
–Se acaba de aplicar, aunque lo que está claro es que la ciudad tiene un exceso de 500 taxis por una autorización masiva que se dio antiguamente. Palma tiene 1.240 licencias. En verano sobran al menos 300, porque la crisis ha hecho mella.
–En temporada alta a veces hay escasez de taxis en la ciudad.
–Se produce en un momento concreto, de una hora, cuando se juntan varios cruceros en el puerto a mediodía y hay taxistas que están comiendo.
–¿Y los fines de semana por la noche?
–Eso hace años que no pasa. De forma aislada, pueden escasear taxis a las seis de la mañana, ya que cierran las discotecas y los clientes apuran hasta el último momento. Quien sale a las tres o las cuatro tiene taxis de sobra.
–¿Cómo ha cambiado al sector la llegada masiva de cruceros?
–Primero muy positivamente y ahora solo positivamente. Antes ir de crucero era un lujo. Ahora se lo pueden permitir muchas personas con un menor poder adquisitivo, lo que repercute en el taxi. De todos modos, cuando hay cruceros los aprovechamos al máximo y de ahí que el nuevo turno de horarios sea mejor, ya que el sector se autorregula.
–¿Por qué hay problemas para llegar a acuerdos con Cort?
–Cort es el único órgano que no se maneja por representatividad de las diversas asociaciones. No es lógico que una que representa a 29 personas, por ejemplo, tenga la misma voz y voto que una que representa a dos tercios del sector, como nosotros.
Fuente: Diario de Mallorca